Meditación diaria

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Octubre 23, Confesando lo correcto

Cuánto me impresionaron las tácticas de Satanás. Él usó toda clase de presión, toda clase de provocación. Él usaría cualquier mentira, todo lo que sea posible. Tiene un solo propósito. ¿Cuál es? Llevarlo a hacer la confesión incorrecta. Sin embargo, le podemos derrotar manteniendo la confesión correcta.

Octubre 22, El Sumo Sacerdote de nuestra confesión

Jesús fue el apóstol enviado por Dios para proveer la redención. Después de proveer redención Él volvió a Dios para ser nuestro sumo sacerdote en la presencia de Dios. Pero Él es el sumo sacerdote de nuestra confesión. Eso es radical. Sin confesión, no hay sumo sacerdote. Si usted cierra sus labios en la tierra, usted silencia los labios de su abogado en el cielo.

Octubre 21, El Fruto de la diligencia

Creo que el Señor Jesucristo cuando quiere encontrar cristianos que Él pueda usar, va al arroyo, donde el agua pura de la Palabra de Dios está fluyendo sobre ellos, lavándoles, y rodeándoles. Allí, ellos han estado en comunión unos con los otros, limándose las asperezas. Al cultivar la fraternidad nos transformará en piedras lisas.

Octubre 20, Cultivando la diligencia

En 2 Timoteo 2:6, Pablo dijo, "El labrador que trabaja debe ser el primero en recibir su parte de los frutos". Aquí, Pablo estaba exponiendo un hecho básico y simple: cultivar los frutos requiere que se trabaje arduamente. No se obtiene sin esfuerzo. Ese mismo principio es igualmente cierto para el fruto del Espíritu, cultivarlo requiere que se trabaje arduamente.

Octubre 19, Cumplimiento de las promesas de Dios

La mayoría de las promesas de Dios son condicionales. En otras palabras, cuando Dios da una promesa, Él dice, "Si tú vas a hacer esto, luego yo haré aquello". No tenemos derecho a reclamar la promesa a menos que primero se cumpla la condición que Él nos pone por delante.

Octubre 18, Añadir diligencia

La bendición del Señor es la gran e importante condición para las riquezas verdaderas, sea espiritual y de otra índole. No podemos contar con nada realmente bueno fuera de la bendición del Señor. Además, la bendición del Señor, en sí misma, no es suficiente. En Proverbios 10:4, leemos, "La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece".

Octubre 17, Superando la pereza

En 2 Pedro 1:8-9, Pedro puso ante nosotros una alternativa; con dos opciones. Una es ser eficaz y productivo en nuestro conocimiento del Señor Jesucristo. La otra es ser ineficaz e improductivo por una condición que él describe como ser "corto de vista o ciego" (versículo 9). Esas son palabras fuertes.