Meditación diaria
Noviembre 04, Por Su justicia
Es importante recordar que no es nuestra justicia ni tampoco nuestra fidelidad lo que establece el fundamento para acercarnos al trono de Dios con confianza. Más bien, es la justicia de Dios y la fidelidad de Dios.
Noviembre 03, Conforme a Su bondad
Primero, necesitamos misericordia, pero también necesitamos gracia. ¿Qué dice la Biblia de la gracia? La gracia no se puede ganar. Si usted la puede ganar no es gracia. Las personas religiosas a menudo piensan que se tienen que ganar todo. Como consecuencia, tienden a rechazar la gracia de Dios.
Noviembre 02, Prestar atención a nuestros motivos
Nos acercamos al trono de la gracia para orar a Dios por necesidades específicas. Veamos una condición importante, nuestros motivos. Dios ve cada motivo; Él es tan consciente de las razones por las que oramos. Santiago 4:2 dice, "no obtienen lo que desean, porque no piden". La razón principal por la que los cristianos no tienen es porque simplemente no piden.
Noviembre 01, Acercarnos confiadamente
Nos acercamos con confianza al trono de Dios porque es un trono de gracia. No venimos en base a nuestros méritos, sino que venimos en el nombre de Jesús, con alabanza y agradecimiento, sin condenación. Nos acercamos con confianza porque Dios nos ha invitado a venir.
Octubre 31, Eliminando todo obstáculo
La Biblia dice, "Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y Él sabe todas las cosas" (1 Juan 3:20). No tenemos que ocultarle nada a Dios. Tenemos que ser abiertos y honestos con Él, confesando sinceramente toda transgresión, pensamiento pecaminoso, y faltas.
Octubre 30, Dejando toda condenación
Es importante que nos acerquemos a Dios confiadamente sin condenación; en otras palabras, "si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado" (Salmo 66:18).
Octubre 29, Una invitación de Dios
Con respecto a nuestro acercamiento al trono de la gracia, se nos dice que debemos ir para hallar dos cosas: misericordia y gracia. Mi convicción es que, si Dios nos invita a acercarnos, y al cumplir las condiciones que he detallado, entonces la misericordia y la gracia nos esperan.
