Meditación diaria

7 articles

Diciembre 04, La actitud mental apropiada

Pablo tenía un objetivo específico. Él no corría sin rumbo. (Vea 1 Corintios 9:26). Tenía una meta ante él. Sabía cuál era la meta, la que determinó su actitud mental.

Diciembre 03, Éxito en la carrera

En este versículo y en otras partes del Nuevo Testamento, la vida cristiana es comparada a una carrera. Esta analogía implica un trayecto específico que fue trazado de antemano para nosotros. El éxito en la vida cristiana consiste en completar el trayecto de acuerdo con las reglas de la competición.

Diciembre 02, Comunión apropiada

Como hijos de Dios, somos los herederos de incalculables bendiciones y gozo de los cuales el mundo no conoce. De hecho, Pablo nos dijo que nuestro Dios y Padre "nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo" (Efesios 1:3). Al compartir regularmente estas bendiciones con el resto de la familia de Dios...

Diciembre 01, La mejor manera de provocarnos

Aunque la palabra provocar a menudo sugiere algo malo, en el contexto de este versículo, se convierte en algo bueno, porque tenemos que provocarnos los unos a los otros al amor y a las buenas obras. Y déjeme señalar que hay ciertas personas a quien usted deberá provocarles si quiere que hagan lo correcto. Aún asi, usted tiene que pensar como provocarlos.

Noviembre 30, Considerando a Jesús primero

Primero consideramos a Jesús; luego, nos consideramos los unos a los otros. Hace una gran diferencia si me relaciono con usted como una persona solamente o como una persona en Cristo.

Noviembre 29, Una habilidad adquirida

Servir es una habilidad que tenemos que adquirirla. No es algo que viene solo y ciertamente no está en nosotros por naturaleza. Un camarero en un restaurante, por ejemplo, es una persona que, en un sentido, es llamado a servir. Sin embargo, un camarero necesita ser entrenado.

Noviembre 28, Destronándonos a nosotros mismos

Miremos a esta asombrosa declaración de Pablo: "Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por amor de Jesús (2 Corintios 4:5 LBLA). Aquí está ese fariseo orgulloso diciendo, "Somos sus esclavos por amor de Jesús"-¡incluso hasta el punto de estar a gusto con el pueblo de Corinto!