Alabanza
Nunca hemos de acercarnos a Dios con las manos vacías, puesto que el fruto de nuestros labios es un sacrificio que siempre es aceptable a El. (Radio)
Nunca hemos de acercarnos a Dios con las manos vacías, puesto que el fruto de nuestros labios es un sacrificio que siempre es aceptable a El. (Radio)