Él llama las estrellas por su nombre

 

Salmo 147:4–5

[Dios] Él determina el número de las estrellas y a todas ellas les pone nombre. Excelso es nuestro Señor, y grande su poder; su entendimiento es infinito.

 

Hay un pasaje de las Escrituras que nos presenta una bella imagen de la sabiduría, el conocimiento y el poder insondables del Señor. Ningún astrónomo se atrevería a calcular el número de estrellas en el universo. Sabemos que alcanzan los millones y billones, pero Dios sabe el número de estrellas y las llama a cada una por su nombre. Su entendimiento llega hasta los rincones más lejanos del universo, y Él sabe exactamente qué sucede con cada estrella. Él controla sus movimientos. Los astrónomos pueden calcular matemáticamente la ubicación de cada estrella hace miles de años o predecir dónde estará dentro de miles de años, porque las estrellas son sumamente exactas y confiables en sus movimientos. Pero no pretendamos atribuir esto a una fuerza mecánica invisible. La fuerza, la sabiduría y el poder detrás de los movimientos de las estrellas es la fuerza y la sabiduría de nuestro Dios. Su entendimiento es infinito.

Hoy día nos maravillamos de los logros de las computadoras, pero déjeme decirle que Dios es más grande que todas las computadoras juntas. No existe suceso alguno en cualquier lugar del universo que Él no conozca, que Él no controle. Él es el Creador, Él es el controlador del universo entero, y Él es nuestro Dios.