Septiembre 24, Totalmente suyo

 

Mi Padre me ha creado.

 

Aquí les voy a relatar una parábola que conté a un grupo de maoríes, quienes son grandes talladores de madera; esta ilustra el precio que Jesús pagó para redimirnos de nuestros pecados.

Había una vez un niño que talló un hermoso y pequeño velero de madera. Un día lo llevó al océano a navegar, pero el viento cambió y llevó su bote hacia el mar. Como no pudo recuperar su bote, regresó a su hogar sin él.

La siguiente marea alta trajo de nuevo el velero, y un hombre que caminaba por la costa lo encontró. Él inspeccionó el bote y vio que estaba muy bien hecho, por lo que lo vendió a un comerciante que lo limpió y lo puso en su vidriera, a precio de venta.

Algún tiempo después, el niño al pasar por la tienda y vio su bote. Supo inmediatamente que era el suyo, pero no había manera de probarlo. Por lo que, si lo quería tener de nuevo, sabía que tendría que comprarlo.

Se propuso a trabajar para ganar dinero lavando coches, cortando pasto, y otras tareas. Cuando finalmente juntó la suma necesaria, fue a la tienda y compró de nuevo su velero. Lo tomó en sus manos, y, teniéndole contra su pecho, dijo, "¡Ahora eres mío! Te he creado y te compré".

Imagínese usted mismo como ese bote. Usted se puede sentir inadecuado o sin valor; tal vez se pregunte si a Dios realmente le importa. Pero el Señor le está diciendo, "Ahora eres totalmente Mío, te he creado y te compré, eres completamente Mío".

 

Gracias, Señor, porque Tú obras en mí. Proclamo que soy totalmente del Señor porque Él me creó y Él me compró. Mi Padre me ha creado. Amén.

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