Septiembre 13, La fuente de compasión
Como un padre tiene compasión por sus hijos, así Dios tiene compasión de mí.
En el Salmo 84:6, leemos, "Pasando por el valle de Baca lo convierten en manantial (o una fuente)". Yo experimenté una transformación después de casi 60 años de ser cristiano, de andar en el camino del Señor y de hablar en lenguas. Algo enteramente nuevo ocurrió dentro de mí–un manantial fue abierto dentro de mí que fue una fuente de compasión. Había conocido el amor de Dios durante mucho tiempo, y siempre había amado a mi familia, pero este manantial fue algo diferente a cualquier cosa que jamás haya experimentado antes.
Este manantial tenía otro origen fuera de Derek Prince. Comencé a entender lo que la Biblia quiere decir cuando habla de que Jesús fue "movido a compasión" (como ejemplo, vea Mateo 9:36 y Marcos 1:41). Me di cuenta de que Dios estaba compartiendo Su compasión conmigo, y oré, "Señor, permíteme que esta fuente nunca se vuelva sucia o contaminada, y no dejes que nunca se cierre". Solo Dios determinó cuando brotaría esta fuente. Y la gente es atraída cuando la fuente de compasión fluye en mí. Ellos no saben por qué son atraídos a mí, pero sienten algo por lo que han estado anhelando. Creo que Dios está esperando que nos amemos los unos a los otros con Su amor divino.
Además, Dios ha hecho algo más dentro de mí. Me ha dado una misericordia sobrenatural por los huérfanos, las viudas, el pobre, y el oprimido. Podemos hablar de fe y de justicia, pero si no hacemos nada por la gente que realmente nos necesita, estas palabras son vacías y sin sentido. Nunca nos falta gente que necesita nuestra ayuda. Todos ellos están alrededor nuestro, individuos que necesitan ser amados están en todas partes. Están solos; nadie se preocupa por ellos; no encuentran respuestas y están desesperados. No tiene que ir lejos de su hogar para encontrar gente así. La compasión es el propósito de Dios. Él espera que la compasión se manifieste en nosotros.
Gracias Señor, porque tienes tanto amor Proclamo este deseo, que la fuente de compasión de Dios fluya en mí y a través de mí, hacia quienes están necesitados y desesperados alrededor mío. Como un padre tiene compasión por sus hijos, así Dios tiene compasión de mí. Amén.