Septiembre 11, Movido a compasión

 

Como un padre tiene compasión por sus hijos, así Dios tiene compasión de mí.

 

¿Cómo se representa la compasión en las Escrituras? Demos un vistazo a un incidente en el primer capítulo de Marcos.

Y vino a Él (a Jesús) un leproso rogándole, y arrodillándose le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.  Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó, y le dijo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó y quedó limpio. (Marcos 1:40-42)

Dice que Jesús fue "movido a compasión". Esta respuesta hace referencia a su interior–la compasión es un sentimiento que se origina en las entrañas. La versión Antigua dice “si viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas…” (1 Juan 3:17). En las "entrañas" están nuestros sentimientos más profundos, no en el corazón físico, sino en las entrañas. Aquí es donde comienza todo. Ésta es la fuente de todo.

Cuando Lydia, mi primera esposa, estaba escribiendo su autobiografía, en una parte ella usó la frase, "Mis tripas o entrañas vibraron". Los editores del libro tuvieron que explicar que en nuestro idioma ésta no era la manera correcta de expresar ese sentimiento. Sin embargo, en cada idioma que conozco sea el latín, griego o el hebreo, cuando se habla de las partes más profunda e íntima de su ser se hace referencia a las entrañas, en lugar del corazón. Ya sea amor, miedo, odio, o cualquier otra emoción, su lugar de origen está en las entrañas, que es lo más profundo de su ser.   

 

Gracias Señor, porque tienes tanto amor. Proclamo que, así como Jesús fue movido a compasión, de la misma manera yo quiero responder desde la parte más profunda, más íntima de mi ser. Como un padre tiene compasión por sus hijos, así Dios tiene compasión de mí. Amén. 

Share this post