Octubre 12, Creyendo y entrando

 

Esforcémonos por entrar en el reposo en Cristo, para que nadie caiga.

Pero los que hemos creído entramos en el reposo (o estamos entrando en el reposo), de la manera que Él dijo (citando del Salmo 95): "Por tanto, juré en mi ira, no entrarán en mi reposo"; aunque las obras suyas (de Dios) estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: "Y reposó Dios de todas Sus obras en el séptimo día." Y otra vez aquí: "No entrarán en mi reposo". (Hebreos 4:3-5) 

 

En ese pasaje, la palabra "creído" está en el tiempo pasado; "entramos" está en el tiempo presente. Antes de poder entrar al reposo de Dios, tuvimos que ya haber creído. No continuamos creyendo otra vez; es algo que se hace una vez. Hemos tomado esa decisión, y, en base a eso, podemos proceder a entrar al reposo. Quienes continuamente deben decidir creer una y otra vez no califican para entrar en el reposo. Solo quienes hemos creído entramos en el reposo.  

Continuando con este tema del reposo, volvamos al Antiguo Testamento por un instante. Génesis 2:2 dice, "Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo". El reposo de Dios es un cese de toda la obra que Él hizo. Creo que Dios no descansó porque haya estado fatigado. Más bien, Él disfrutó ese descanso. Se recostó, miró todo lo que Él había creado, y tomó tiempo para disfrutarlo.

¿Cuántos de nosotros alguna vez nos tomamos tiempo para disfrutar de las cosas que hemos hecho o realizado? Hoy en día, al momento que han completado algo, la mayoría de la gente ya está ocupada comenzando otra cosa. Sin embargo, el patrón que Dios estableció es tomarse un tiempo para disfrutar lo que sea haya hecho cuando lo ha terminado. Es de Dios descansar y disfrutar lo que se haya hecho.  En verdad, la capacidad para descansar es una habilidad divina.

 

Gracias Señor, por la promesa de entrar en Tu descanso. Proclamo que uno de los placeres que Dios quiere compartir es Su reposo-Él quiere que yo entre en el reposo en el que Él entró. Me esforzaré por entrar en el reposo en Cristo, para que nadie caiga. Amén. 

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