Octubre 08, Dios nos ordena descansar

 

Esforcémonos por entrar en el reposo en Cristo, para que nadie caiga.

 

En Deuteronomio 28, encontramos todas las bendiciones de la obediencia y las maldiciones de la desobediencia. Las bendiciones comienzan con estas palabras "Acontecerá que si oyeres [obedecieres] atentamente la voz de Jehová tu Dios...vendrán sobre ti todas estas bendiciones" (Versículo 1-2). Las maldiciones comienzan con estas palabras: "Pero acontecerá, si no oyeres [obedecieres] la voz de Jehová tu Dios...vendrán sobre ti todas estas maldiciones" (versículo 15). La clave es escuchar o no escuchar la voz de Dios.

La obediencia en la adoración es la forma establecida para tener esa actitud y esa relación donde realmente se puede escuchar la voz de Dios. Además, para decirlo de otra manera, no escucharemos la voz de Dios a menos que mantengamos una actitud de adoración. Entonces, al escuchar la voz de Dios entramos en Su reposo. Por eso la adoración es la vía para obtener el reposo. Sólo pueden disfrutar del descanso aquellos que en realidad saben cómo adorar.

Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas.  Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. (Hebreos 4:9-11)

Una vez más las Escrituras nos presentan el hecho de que, debido a la desobediencia, el pueblo de Dios no pudo entrar en el reposo. Debo aclarar que aquí no estoy hablando de descansar el Sabbat o hacer del domingo el día de descanso ni nada de eso. Me refiero a que, si no tenemos cuidado, perdemos de vista algo importante: Dios nos ordena descansar.

Yo he llegado a la conclusión de que no estoy agradando a Dios si me mantengo ocupado los siete días de la semana, o todas las semanas, Además, con toda seguridad estoy perjudicando mi salud. Dios está haciendo algo en mi corazón con respecto al descanso sabático. Por lo tanto, creo que también Él puede hacer algo en su corazón para llevarle a guardar naturalmente Sus leyes divinas, eternas e inmutables.

 

Gracias Señor, por la promesa de entrar en Tu descanso. Proclamo que "me esforzaré para entrar en ese reposo". Me esforzaré por entrar en el reposo en Cristo, para que nadie caiga. Amén.

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