Noviembre 20, Sin vacilar
Mantengamos firme nuestra confesión sin vacilar.
En Hebreos 3:1, somos exhortados a hacer la confesión correcta. Luego, en Hebreos 4:14, se nos dice que "mantengamos firme nuestra profesión". Cuando la Biblia llama a Jesús nuestro Sumo Sacerdote, inmediatamente entendemos que por nuestra confesión nos reclutamos en Su ministerio.
Al mantener nuestra confesión, no debemos cambiar lo que hemos dicho. Las palabras de nuestra boca deben concordar con lo que dice la Palabra de Dios. En Hebreos 10:23, el paso que ahora consideramos, dice, "Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar". Note lo que ha sido añadido: "sin vacilar".
Si miramos estos pasajes de Hebreos en el orden en el que aparecen, encontramos que, en relación a nuestra profesión o confesión, hay tres etapas sucesivas. Primero, hacemos la confesión; segundo, habiéndola hecho, la mantenemos sin cambiarla; y, tercero, la mantenemos sin vacilar.
¿Por qué fue colocado sin vacilar? En base a la lógica y a mi experiencia personal, para mí, esto implica que, al hacer la confesión correcta, vamos a encontrar fuerzas negativas y presiones que vendrán contra nosotros. A pesar de que hemos hecho la confesión correcta y la estamos manteniendo, puede venir un tiempo cuando parezca que todas las fuerzas de Satanás y los poderes de la oscuridad están desatados contra nuestro. La tentación es abandonar nuestra confesión. Pero el escritor dijo, "¡No la dejes ir! Mantenlo firme, sin vacilar". Mientras más oscura es la situación y más grande el problema, es aún más importante mantener nuestra confesión sin vacilar.
Dios es fiel. Él está comprometido con Su Palabra. Jesús es nuestro Sumo Sacerdote. Si solamente nosotros mantenemos firme nuestra confesión sin vacilar, Él, como nuestro Sumo Sacerdote hará Su obra.
Gracias Señor, porque Tú eres fiel, Tú me das esperanzas. Proclamo que hago mi confesión, que no la cambio, y la mantengo firme sin vacilar. Mantendré firme mi confesión sin vacilar. Amén.