Noviembre 18, La sangre vital de Jesús
Acerquémonos al Lugar Santísimo.
Cuando el sacerdote entraba en el Lugar Santísimo con el incienso y la sangre, tenía que rociar la sangre siete veces sobre el propiciatorio, que era una imagen de la expiación, y otra siete veces frente al propiciatorio. El mandamiento de Dios era absolutamente específico, no seis veces, no ocho veces, sino siete veces. Luego, en Isaías, encontramos una imagen profética del sufrimiento de Jesús, la imagen más clara en el Antiguo Testamento del sufrimiento de Jesús por nuestros pecados.
Por tanto, yo [el Señor] le daré [Jesús] parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte. (Isaías 53:12)
Es importante para nosotros entender que la palabra en Isaías 53:12 que se traduce como "alma" es la misma que aparece en Levítico 17:11 y es traducida como "vida": "La vida (alma) de la carne (cada ser humano) en la sangre está ". Cuando Jesús hizo expiación por nuestros pecados, en Su sangre vertida, Él derramó Su alma. Su sangre es la más preciosa sangre en el universo porque en esa sangre está la vida del alma de Dios, el Creador.
Hay más poder en una gota de la sangre de Jesús que en todas las partes juntas del reino de Satanás. La sangre vital de Jesús es la sangre de Dios el Creador, una vida que es más grande que todo el universo y todas las criaturas que Él haya creado. Esa vida solo se libera mediante la sangre de Jesús. Él se volvió el dador de vida cuando derramó Su sangre. Nunca debemos rechazar la sangre de Jesús. No hay otra expiación para el pecado, ni otra fuente de vida. Hermanos y hermanas, uno de nuestros graves problemas, es no meditar lo suficiente sobre la sangre.
Gracias Señor, porque me puedo acercar a Ti por la sangre de Jesús. Proclamo que solo se suelta la vida mediante la sangre de Jesús, la única fuente de vida. Me acercaré al Lugar Santísimo. Amén.