Mayo 09, Toda gracia: lo suficiente y más

 

Jesús soportó nuestra pobreza para que compartamos Su abundancia.

 

Tener pobreza significa tener "hambre...sed...desnudez...y (estar) en necesidad de todas las cosas" (Deuteronomio 28:48). ¿Cuándo exactamente Jesús se hizo pobre? Él comenzó a hacerse pobre en el momento en que fue identificado con nuestro pecado. Desde ese momento en adelante, Él fue más y más en la pobreza profunda hasta que, en la cruz, Él representó la pobreza absoluta descrita más previamente.

Entienda que, en la cruz, su pobreza no fue solo espiritual. Él tuvo pobreza física y también material. Por lo tanto, por todas las leyes de la lógica, nuestra riqueza tampoco será simplemente espiritual. Jesús se volvió absolutamente pobre en el sentido físico y material para que nosotros podamos recibir su riqueza, teniendo suplida cada necesidad física y material, y algo de más para compartir con otros.

El siguiente versículo en particular que estudiaremos es 2nda. de Corintios 8:9, y este apoya el hecho de que Jesús llevó la maldición de pobreza: "Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra". Dios no es mezquino. Él no nos da sólo lo necesario; Él da lo que necesitamos y más. Eso es abundancia. En el versículo anterior, hay dos instancias de la palabra abundar y cuatro de la palabra todo. No sé si este lenguaje podría ser más claro aún. ¿Qué describe? La gracia de Dios.

Qué interesante, en los dos capítulos de 2 Corintios 8 y 9 que tratan sobre el dinero, la palabra clave es gracia. Ocurre siete veces en el capítulo 8 y dos en el capítulo 9. Es una gracia que opera en la esfera del dinero. Sin embargo, pocos cristianos profesos entienden la naturaleza de la gracia de Dios. Algunas veces he observado que quienes más hablan de la "gracia" son a menudo los que menos la entienden.

 

Gracias Jesús por tu obra en la cruz. Proclamo que Jesús se hizo absolutamente pobre para que la gracia de Dios pueda abundar en mí, aun en la esfera del dinero, porque Jesús soportó mi pobreza para que yo comparta su abundancia. Amén.

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