Marzo 29, Mostrando misericordia a Israel

 

El Señor no abandonará a Su pueblo.

 

Es importante para todos nosotros reconocer la verdad de lo que Jesús dijo a la mujer Samaritana en el pozo de Jacob: "La salvación viene de los judíos" (Juan 4:22). Sin los judíos, no tendríamos patriarcas, profetas, ni apóstoles, ni Biblia- ¡y no tendríamos Salvador! Sin todo esto, ¿Qué tanta salvación recibiríamos? ¡Ninguna! La Biblia deja claro que Dios requiere que los cristianos de todas las demás naciones reconozcan su deuda con los judíos y que hagan todo lo posible por pagarle. En Romanos 11:30-31, Pablo resumió lo que había estado diciendo sobre la deuda y la responsabilidad de los cristianos gentiles hacia Israel.

Pues como vosotros (Gentiles) también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos (Israel), así también éstos (Israelitas) ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros (Gentiles), ellos (Israel) también alcancen misericordia.

En otras palabras, la misericordia de Dios ha venido a nosotros los creyentes gentiles a través de Israel, Dios requiere que nosotros a su vez mostremos misericordia hacia Israel. ¿Cómo deberíamos cumplir con esta deuda? A continuación, hay cuatro maneras prácticas para que podamos hacer eso.

Primero, podemos cultivar y expresar una actitud de amor sincero por las personas judías.

Segundo, podemos disfrutar y demostrar la abundancia de la bendición de Dios en Cristo de tal manera que los judíos puedan estar celosos y deseen lo que ven que nosotros disfrutamos.          

Tercero, podemos buscar el bien de Israel a través de nuestras oraciones y peticiones, como la Biblia nos exhorta a hacer. (Vea Romanos 10:1)

Cuarto, podemos buscar pagar nuestra deuda a Israel realizando actos prácticos de caridad y misericordia.

 

Gracias Señor, porque tú estás comprometido con Israel. Yo intercedo por esa nación ahora. Reconozco mi deuda a los judíos, y proclamo que la devolveré de manera práctica, así como también mostrando misericordia, porque el Señor no abandonará a Su pueblo. Amén.