Marzo 12, Vida resucitada

 

Venzo a Satanás con la sangre del Cordero y la palabra de mi testimonio, y no amo mi vida hasta la muerte.

 

Levítico 17:11 dice, "La vida de la carne en la sangre está". Cuando Jesús derramó Su sangre, Él derramó Su vida. Como yo lo entiendo, la vida de Dios fue soltada al universo. Y no hay mente que pueda comprender plenamente lo que eso significa.

Jesús les dijo: "De cierto, de cierto os digo (de importancia máxima): Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero". (Juan 6:53-54)

Tenga en mente que nuestra redención no está completa hasta la resurrección. En Filipenses 3:12 Pablo dijo, "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús", que es "la resurrección de entre los muertos" (versículo 11).

Algunas personas tienen la impresión de que sus cuerpos no son muy importantes. Sin embargo, Dios dice que nuestros cuerpos son muy importantes, son templos del Espíritu Santo. Ellos fueron "asombrosa y maravillosamente hechos" (Salmo 139:14). Y Dios no va a dejar a nuestros cuerpos en un estado deteriorado. Él los va a resucitar con gloria como la de Jesús. La redención es la expresión completa del sacrificio de Jesús, y es consumada por la resurrección.

 

Gracias Señor por la sangre del Cordero. Como Pablo, "Prosigo...por ver si logro obtener la resurrección de entre los muertos". Proclamo que venzo a Satanás con la sangre del Cordero y la palabra de mi testimonio, y no amo mi vida hasta la muerte. Amén.

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