Junio 30, La vida de la vid

 

He sido hecho justo a través de la fe.

 

Para explicar a las personas la importancia de tener a Jesús en sus vidas, Él usó una analogía sobre la vid y los pámpanos. (Vea Juan 15:1-8). Jesús dijo, "Yo soy la vid y ustedes los pámpanos" (versículo 5). Él fue muy específico. Él nos ha dado un punto de orientación para que interpretemos todo. Jesús mismo es la vid.

Para que una vid sea saludable y produzca fruto, tiene que haber savia, una fuente de nutrientes que fluye de las raíces, por el tronco a las ramas. Sin embargo, si la savia no llega a las ramas estas se marchitarán y no darán fruto. La clave para toda la vida de la vid es la savia, que representa el Espíritu Santo. En Romanos 8:10, Pablo dijo,

Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.

Experimentamos la muerte de Cristo debido a nuestros pecados. Pero, habiendo experimentado Su muerte, entramos en su vida debido a su justicia que nos fue entregada por medio de la fe. (Vea Romanos 6:6-8). Y, teniendo su justicia somos participes de su vida. Participamos de la vida que fluye de las raíces, a través del tronco de la vid, y llega a las ramas. Pablo nos dijo en Romanos 8:10 que esa vida es el Espíritu Santo. El Espíritu es la vida.

 

Gracias Jesús por tú sacrificio. Proclamo que la vida de la vid, que es el Espíritu Santo fluye en mí. He sido hecho justo a través de la fe. Amén.

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