Enero 09, El cordero sin pecado

 

A través de la sangre de Jesús, soy redimido de la mano del diablo.

 

Fuimos redimidos, o comprados de nuevo de nuestro pasado malo, de las maneras impías de vivir, del control de Satanás, de la condenación del pecado, y de estar expuestos a los ataques del devorador y el destructor. Pero ¿cómo fuimos comprados de nuevo?

Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. (1 Pedro 1:18-19)

Somos redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, sin contaminación, sin pecado original; sin mancha, sin pecado personal, el Cordero de Dios sin pecado llevó los pecados del mundo. Es sólo a través de Su sangre que somos redimidos. No había ningún otro costo que pudiera pagar ese precio de compra por nuestra redención.

 

Gracias Señor por la sangre de Jesús. Proclamo que Jesús, el Cordero de Dios sin pecado, se ha llevado mis pecados. A través de la sangre de Jesús, soy redimido de las manos del diablo. Amén.

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