Dios es mi Padre

 

Mateo 6:9

Por eso, ustedes deben orar así: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Las palabras más importantes en este modelo de oración son las dos primeras, “Padre Nuestro”.

Primeramente, necesitamos saber que podemos orar a un Padre, que el mundo no es una serie de circunstancias desorganizadas. Este no es un juego de fuerzas materiales que nadie puede entender o controlar. Valemos más que las máquinas. Nosotros somos más que unos simples impulsos.  Somos seres vivos,  seres humanos que respiran, creados a la imagen de un Dios que nos ama, que cuida de nosotros y quiere ser nuestro Padre.  Él está en control. Él creó el mundo. Él nos creó. Él nos puso en el mundo. Estamos aquí porque Él nos colocó aquí.  Eso marca la diferencia en la manera que enfrentamos la vida, el mundo, las situaciones y las circunstancias. No tenemos que estar solos. No debemos estar inseguros. Todo está en las manos del Padre.

Entonces, “Él es nuestro Padre”, Él tiene muchos hijos. Nosotros somos uno de esos tantos hijos. Debemos recordar que también los demás son sus hijos. Tenemos que pensar en ellos, debemos cuidar unos por el otro. Debemos ser amables unos con los otros.  Tenemos que proveer uno por el otro. Debemos mostrar el mismo amor y compasión por cada uno, así como Él lo demostró. Recuerden, EL es nuestro Padre 

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