Diciembre 29, La marca del agradecimiento
Ofrezcamos continuamente sacrificio de alabanza a Dios.
Como ya lo hemos visto, el agradecimiento es un mandato directo de las Escrituras y una marca indispensable de ser llenos del Espíritu Santo. Estos hechos nos llevan a dos conclusiones prácticas que se aplican a cada uno de nosotros personalmente: primero, un cristiano desagradecido es desobediente; segundo, un cristiano desagradecido no está lleno del Espíritu Santo.
El agradecimiento es también un requisito para entrar en la presencia de Dios, como leemos en el Salmo 100:4-5: "Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones" (LBLA). Dos etapas esenciales en nuestro acercamiento a Dios son entrar por sus puertas con acción de gracias y a sus atrios con alabanza.
De nuevo, el salmista dio además tres razones específicas por las que deberíamos agradecer a Dios. Primero, "el Señor es bueno"; segundo, "para siempre es su misericordia"; y, tercero, "su fidelidad (es) por todas las generaciones". Cada uno de estos son permanentes e inmutables. Dios es siempre bueno; Su misericordia es para siempre; Su fidelidad es por todas las generaciones. Las razones principales para agradecer a Dios nunca dependen de nuestros sentimientos o circunstancias. Podríamos sentirnos bien un día y mal al siguiente; a veces estamos animados, otras veces desanimados. Pero no existe razón para cambiar nuestra actitud de agradecimiento a Dios.
En base a estos tres hechos eternos, tenemos que cambiar nuestro enfoque para acercarnos a Dios. Tenemos que apartarnos de las cosas que nos irritan, desaniman o provocan, en cambio mirar las cosas eternas, las que vemos a través de los ojos de la fe. Cuando venimos a Dios con el enfoque correcto, estamos en una posición para escuchar de Dios y de recibir de Él.
Gracias Señor. Te alabo. Proclamo que entro por Tus puertas con acción de gracias, y por Tus atrios con alabanza, porque Tú eres bueno, y Tú misericordia es para siempre. Tú eres fiel. Ofreceré continuamente un sacrificio de alabanza. Amén.
