Diciembre 26, Un sacrificio costoso

 

Ofrezcamos continuamente sacrificio de alabanza a Dios.

Vamos a leer un versículo del libro de Proverbios que apunta a la importancia de lo que decimos con nuestra boca:

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. (Proverbios 18:21)

Dos cosas surgen cuando usamos la lengua: la muerte y la vida. Nuestra lengua traerá muerte si nos quejamos, o si somos negativos, o egocéntricos. Pero si somos liberados de toda esa negatividad y estamos caminando en la alabanza y la adoración a Dios, nuestra lengua traerá vida. Adicionalmente, cualquier fruto que nuestra lengua produce, ya sea dulce o amargo, vamos a comer de él.

Volvamos a nuestro versículo patrón para hoy.  Me gustaría señalar otro punto importante. El escritor dijo,

Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él (Jesús), sacrificio de alabanza a Dios. (Hebreos 13:15) LBLA

Una palabra muy significativa en este versículo es "sacrificio". La alabanza es un sacrificio. De acuerdo con los principios de las Escrituras, un sacrificio requiere una muerte. En los sacrificios del Antiguo Testamento, nunca se le ofreció nada a Dios que no hubiera pasado por la muerte. Por lo tanto, vemos que el sacrificio de alabanza requiere una muerte, la muerte del viejo hombre. El viejo hombre no puede alabar a Dios como Él merece ser alabado. Tiene que haber una muerte.

De nuevo, sabemos que un sacrificio nos cuesta algo; por lo tanto, la alabanza es valiosa. Déjeme ponerlo de esta manera: alabamos más a Dios cuando menos ganas tenemos de hacerlo. La alabanza no puede depender de nuestros sentimientos. Es un sacrificio de nuestro espíritu.

 

Gracias Señor. Te alabo. Proclamo que la alabanza es un sacrificio, la alabanza es valiosa, y, ya sea que tenga ganas o no, yo alabo a Dios. Ofreceré continuamente un sacrificio de alabanza. Amén. 

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