Diciembre 23, "Sin aspecto hermoso ni majestad"

 

Salgamos a Él fuera del campamento.

 

Isaías 53:2 da una descripción profética de los primeros años de Jesús en la tierra: " Creció delante de El como renuevo tierno, como raíz de tierra seca; no tiene aspecto hermoso ni majestad para que le miremos". Jesús creció desde su juventud hasta su adolescencia, como una planta robusta, recto y temeroso de Dios en todos Sus caminos. Este hecho es también explicado en Lucas 2:40: "Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él". Al mismo tiempo, Jesús era "raíz de tierra seca". Él vino como un mensajero de Dios a Israel en un periodo extenso de pobreza espiritual. Israel no había recibido ninguna revelación profética por casi trescientos años. Este silencio profético sólo fue roto por Juan el Bautista, luego por el mismo Jesús, ambos proclamaron la venida del Reino de Dios.  

Jesús no tenía ningún esplendor externo que revelara Su verdadera identidad a la gente. Ellos solo lo vieron como el hijo de José, el carpintero. (Vea Mateo 13:54-55). Cuando Pedro lo reconoció como el Mesías y el Hijo de Dios, Jesús dijo que esta revelación no vino a Pedro a través de sus sentidos naturales; más bien, se le fue dada por Dios el Padre. (vea Mateo 16:17). La profecía continúa, "Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción (enfermedades) y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos" (Isaías 53:3). Jesús no buscó el favor de los ricos. En cambio, se dedicó incansablemente a ayudar a los pobres y sufridos. Él enfrentó dolor y enfermedad, eventualmente tomando sobre Sí mismo el dolor y la enfermedad de toda la raza humana. Colgado de la cruz en vergüenza y agonía, Él se volvió "como uno de quien los hombres esconden el rostro" (Isaías 53:3 LBLA).

 

Gracias Señor porque Tú me estás llamando a dejar este mundo atrás. Proclamo que a pesar de que Jesús fue despreciado y rechazado por los hombres, yo lo recibo y lo estimo como el Mesías, el Hijo de Dios. Saldré a Él fuera del campamento. Amén. 

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