Diciembre 08, El proceso de la perseverancia
Corramos con perseverancia la carrera.
Consideremos algunos principios básicos que nos ayudarán a cultivar la perseverancia, leyendo primero lo que Pablo escribió en Romanos 5:1-2: "Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios". Nos regocijamos por lo que el futuro nos depara. Pablo continuó diciendo que no sólo nos regocijamos por el futuro, sino también en lo que el presente ofrece: "Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza" (versículo 3-4, NVI). Donde se lee "nos gloriamos", en el griego original esta palabra significa "regocijar, jactar o exaltar". Deberíamos exaltarnos en el sufrimiento por lo que este produce en nosotros. Esta versión dice, "el sufrimiento produce perseverancia; y la perseverancia, entereza de carácter [o carácter probado]; y el carácter probado, esperanza". La perseverancia produce en nosotros un carácter probado. Éste es el propósito de la perseverancia, producir un carácter que ha sido probado y también resistido la prueba. Como Pablo escribió, "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado" (Romanos 5:5).
El amor es un asunto del carácter. En esencia, estamos tratando con la formación de nuestro carácter. Nos regocijamos en la tribulación, porque la tribulación es lo único que produce perseverancia. Y la perseverancia produce carácter probado. He conocido hombres con quienes he caminado y compartido carencias, oposición, problemas y malentendidos. Pero para mí hoy, ellos tienen un carácter probado; sé que puedo confiar en ellos. En medio de la traición y el desconcierto, necesito saber en quien puedo confiar.
Gracias Señor por ayudarme a "seguir adelante". Proclamo que me regocijo en las tribulaciones que producen el carácter y la esperanza que necesito para finalizar la carrera. Correré la carrera con perseverancia. Amén.
