Diciembre 05, El requisito del dominio propio

 

Corramos con perseverancia la carrera.

 

Otra condición para una carrera exitosa es tener dominio propio y es ilustrada con las palabras que Pablo usa en 1 Corintios 9:24-25, donde compara la vida cristiana a alguien que compite en los juegos atléticos. Este es un excelente paralelismo, y que en la actualidad es algo vívido para nosotros, porque muy a menudo estamos viendo competiciones atléticas, sea por televisión o personalmente. El mismo principio aún se aplica.

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis. (1 Corintios 9:24)

Éste es el objetivo. Luego, Pablo continuó estableciendo la condición:

Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible…(versículo 25)

Si vamos a ganar la carrera, si vamos a ganar el premio, debemos cumplir con esta condición del dominio propio. Esta verdad es tan obvia cuando la pensamos en términos atléticos. En la actualidad, todo atleta exitoso tiene que ejercitar rigurosamente el dominio propio. Tiene que entrenarse, controlar lo que come, cuanto duerme, y se prepara. Además, tiene que controlar su emoción, edificar una clase de actitud correcta. No puede dar lugar a pensamientos negativos. Tiene que entrar a la competición con una actitud positiva, creyendo que logrará la victoria.

Todo esto es igualmente verdadero para nuestra carrera en la vida cristiana. No podemos ganar la carrera sin tener dominio propio.

 

Gracias Señor por ayudarme a "seguir adelante". Proclamo que estoy ejercitando el dominio propio en todas las cosas para ganar el premio. Correré la carrera con perseverancia. Amén.

Share this post