Agosto 23, Siendo renovado

 

Nuestro viejo hombre fue muerto en Cristo para que el nuevo hombre pudiera vivir en nosotros.

 

Jesús fue Dios encubierto en la carne. Cuando la carne de Jesús fue perforada y desgarrada en la cruz, el velo fue partido.

En la era actual, Cristo es revelado en el creyente; Él vive en el creyente, pero Él sigue encubierto por la carne. El libro de Colosenses nos muestra otro aspecto de esta verdad. Hablando del nuevo hombre–eso es, quienes somos en Cristo, miembros de la nueva raza, Pablo dijo a los creyentes,

Habiendoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno. (Colosenses 3:9-10)

Yo prefiero hacerlo más literal: "quien está siendo renovado". La renovación es un proceso continuo que tiene lugar en el presente. Tenemos que atravesar un proceso para ser renovados.

Luego, dice, literalmente, "conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno". No es sólo conocer a Jesús intelectualmente, sino también reconocerlo en todas las áreas de nuestra vida, lo que trae su imagen a nosotros.

El objetivo final del proceso de renovación es que nosotros podamos reproducir Su imagen. Creo que este es un comentario perfectamente justificable. Vamos a repetirlo: "Siendo renovados en ese reconocimiento del Creador podemos reproducir Su imagen". En otras palabras, el propósito final es restaurar la imagen que fue desfigurada por la caída. Por supuesto, la consumación de este propósito vendrá en la resurrección, cuando incluso el cuerpo físico del creyente será transformado a semejanza del cuerpo resucitado de Cristo.

 

Gracias, Jesús, por el intercambio en la cruz. Proclamo que estoy siendo renovado a la imagen de Él que me creó. Proclamo que mi viejo hombre fue muerto en Cristo para que el nuevo hombre pudiera vivir en mí. Amén.

Share this post