Agosto 22, La semilla incorruptible

 

Nuestro viejo hombre fue muerto en Cristo para que el nuevo hombre pudiera vivir en nosotros.

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. (1 Juan 3:9)

 

¿Este versículo nos dice que un creyente nacido de nuevo nunca comete pecado? Si es así, muchos de nosotros hubiésemos quedado afuera, y ¡yo me incluyo! ¿Existe alguien quien es realmente nacido de Dios entre nosotros de quien se puede decir, "Él no puede cometer pecado"? Yo no creo eso. Entonces, ¿cuál es el significado de este versículo?

Mi entendimiento es que está hablando de la nueva naturaleza que ha nacido en nosotros. Esta es una naturaleza que no puede pecar, la naturaleza de Jesús. Es el nuevo hombre. Es muy importante darnos cuenta de esto, porque sólo mientras cultivemos y nos rindamos a esa naturaleza es cuando entramos a una vida de victoria sobre el pecado.

En 1 Juan 5:4, leemos, "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo". Note que Juan específica "lo que es nacido de Dios", no es cualquiera. Él estaba refiriéndose a una persona, pero también a una naturaleza. Ese es mi entendimiento. Es la naturaleza del nuevo hombre. Esta nueva naturaleza no puede pecar; es incorruptible. ¿Sabe usted por qué es incorruptible? La semilla de Dios permanece en el nuevo hombre. ¿Qué es la semilla? Lo descubrimos en 1 Pedro 1:23, "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre".

¿Cuál es la naturaleza de la semilla de la Palabra de Dios? Es incorruptible. La naturaleza del viejo hombre es exactamente lo opuesto, que es corruptible (y ya está en realidad corrupta).

 

Gracias, Jesús, por el intercambio en la cruz. Proclamo que una nueva creación ha nacido en mi–una naturaleza que no puede pecar, la naturaleza de Jesús. Proclamo que mi viejo hombre fue muerto en Cristo para que el nuevo hombre pudiera vivir en mí. Amén.

Share this post