Agosto 16, Completo en Cristo
He sido hecho perfecto en Cristo.
Yo fui una vez un filósofo profesional. Como tal, busqué aquí, allí, y en todas partes la respuesta a los problemas de la vida. Busqué en el cristianismo, como me fue presentado en ese entonces, y concluí que el cristianismo no tenía la respuesta. Yo tenía toda la razón–no tenía la respuesta. Busqué también en la Filosofía griega, busqué en el Yoga, fui a todo tipo de cosas ridículas. Luego, en 1941, una noche en una habitación del cuartel del ejército, alrededor de la medianoche, cuando ya no había nadie despierto, tuve un encuentro personal con el Señor Jesucristo. Y en ese encuentro, descubrí que había encontrado la respuesta.
Algún tiempo después, leí algo que Pablo escribió acerca de Jesucristo: "En (Él) están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Colosenses 2:3). Pensé, ¿Por qué debería seguir buscando en el pozo de la sabiduría humana, cuando todos los tesoros profundos están en Jesucristo? Y tomé la decisión de que la Biblia es el libro que tiene todas las respuestas, y decidí encontrar allí los secretos que Dios escondió en Jesucristo.
Algunas veces me he extraviado, otras me he desviado y distraído. Pero Jesús es "…el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último" (Apocalipsis 22:13) y "el autor y el consumador de la fe [nuestra fe]" (Hebreos 12:2). Somos completos en Él. Si alguna vez comienza a buscar una respuesta fuera de Cristo, encontrará todo tipo de teorías interesantes y presentaciones estimulantes, pero se estará alimentando de la cáscara cuando podría estar viviendo del pan del Padre.
Gracias, Señor, porque tú obras en mí. Proclamo que Jesús es la respuesta- el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último, el autor y consumador de la fe. Estoy completo en Él, porque he sido hecho perfecto en Cristo. Amén.