Agosto 14, Haciendo la voluntad de Dios

 

He sido hecho perfecto en Cristo.

 

¿Por qué estamos en la tierra? No es para hacer nuestra propia voluntad, sino para hacer la voluntad de Cristo, quien nos autorizó. Pablo escribió en Colosenses 1:9, "Por lo cual, también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual". Debemos ser llenos del conocimiento de la voluntad de Dios. En otras palabras, el conocimiento de la voluntad de Cristo tiene que tomar y ocupar nuestra mente por completo. Tiene que controlar completamente nuestro pensamiento. Todo motivo y toda intención debe ser controlada por el conocimiento de la voluntad de Cristo.

Pablo continuó en Colosenses 4:12, "Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere".

El creyente es perfecto y completo solamente en la medida que cumpla toda la voluntad de Dios. Hebreos 13 declara esta verdad de una manera maravillosa:

Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis Su voluntad.              (Hebreos 13:20-21)

Somos hechos perfectos y completos, llegando a la plenitud solamente en la medida que hagamos la voluntad de Dios, al igual que Jesús halló la plenitud durante Su vida terrenal solo haciendo la voluntad de Dios.

Si hay falta de armonía, frustración, o desorden emocional en su vida, considere examinarse si es que está haciendo la voluntad de Dios, porque usted solo puede ser perfecto en la medida en que conozca y haga la voluntad de Dios. Cualquier otra cosa solo traerá a su vida carencia y frustración.

 

Gracias, Señor, porque tú obras en mí. Proclamo mi esperanza de permanecer perfecto y completo en toda la voluntad de Dios, encontrando plenitud solo en hacer Su voluntad. He sido hecho perfecto en Cristo. Amén.

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