Cómo empezar su día

 

Salmo 5:3

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

¿Cómo empieza usted cada día? ¿Empieza con ruido, agitación, tratando de hacer tres cosas a la vez? ¿Se halla con frecuencia sin aliento, malhumorado, enojado con su cónyuge, gritando a los niños, agitado, ansioso, angustiado? ¿Empieza su jornada desprevenido, mal equipado, totalmente ignorante de lo que le espera? Todo esto se debe a que no empezó bien el día.

Aprenda una lección de David. Él dice al Señor: "De mañana oirás mi voz". Lo primero que hacía David cada mañana era elevar su voz al Señor. Dice además: "De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré". Esa es la forma sabia como se debe empezar el día. Levante su voz a Dios en oración, presente sus peticiones delante de Él, comuníquele aquello que va a hacer en el día, encomiéndele los problemas, las dificultades que usted prevé y, al igual que David, podrá esperar en Él. Usted no tiene que vivir preocupado ni temeroso. En cambio, esperará la respuesta a esas peticiones que usted ha encomendado a Dios en la mañana.

Recuerde que ahí está el secreto: Empiece cada día haciendo oír su voz delante del Señor.

Share this post