Noviembre 30, Considerando a Jesús primero

 

Consideremos los unos a los otros.

 

Este pasaje de Hebreos 10:24 dice, en el griego original, "consideremos cómo estimularnos unos a otros " (vea Hebreos 10:24). Pero me gustaría ir a Hebreos 3:1, donde la misma palabra, "considerar", es usada. Dice, "considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe". Si consideramos a Jesús, terminaremos considerándonos los unos a los otros. Pero es importante que lo hagamos en ese orden. Primero consideramos a Jesús; luego, nos consideramos los unos a los otros. Hace una gran diferencia si me relaciono con usted como una persona solamente o como una persona en Cristo.

Recuerdo un incidente que ocurrió cuando yo era el director de un colegio en el Este del África, donde se entrenaba a maestros. Por cada cupo disponible que nos permitía aceptar a un estudiante, había por lo menos diez buenos solicitantes esperando entrar. Había una niña que caminó 39 kilómetros descalza sólo para conseguir una entrevista. Usted ni puede concebir el hambre desesperante que tenía la gente de África por una educación. Como ellos lo veían, la educación era la llave para el éxito en la vida.

Un día, una madre anciana vino a mí por parte de su hijo, un posible estudiante. Sin embargo, él no era exactamente bueno para la escuela, y él no fue admitido. Su madre me estaba fastidiando hasta el punto de que llegué a irritarme con ella. En África, no creen en la democracia; ellos creen en el jefe, en el hombre fuerte. Él es quien realmente importa. Esta mujer continuaba diciéndome, "Tú eres el grande, lo que tú dices vale". Me irrité tanto que estuve a punto de decirle cualquier cosa que venía a mi mente, ¡y no eran cosas buenas! Allí fue cuando el Señor me habló, y me dijo muy suavemente, Recuerda, ella es una de Mis hijas. Ten cuidado cómo la tratas. Me arrepentí. Realmente ella era una querida y preciosa mujer y una hija de Dios. Si consideramos a Jesús primero, esto marcará la diferencia en cómo considerarnos los unos a los otros. 

 

Gracias Señor, porque Tú me ayudas a amar a otros. Proclamo que considero a Jesús primero, permitiendo que esta perspectiva influya como considero a otros. Consideraré a otros. Amén.