Fíjese en la hormiga
Proverbios 6:6–8
¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.
Se nos insta a considerar la hormiga como ejemplo de sabiduría. ¿Cuál es la sabiduría particular de la hormiga a la que se refiere el pasaje? Primero, las hormigas coordinan sus actividades entre sí. La filosofía de la ley del más fuerte de nuestra sociedad contemporánea no existe en un hormiguero. Las hormigas salen juntas, cooperan, comparten su fuerza. Hay coordinación en todo lo que hacen. No actúan como seres despiadados que no hacen caso los unos de los otros. Tienen un objetivo común. Y segundo, almacenan sus provisiones en el verano, juntan su comida en la cosecha. Toman lo que está disponible cuando está disponible. Cuán importante es esto.
Creo que con frecuencia oramos a Dios para que nos provea algo. Pero cuando llega la provisión, no estamos listos para recibirlo y perdemos aquello que Dios ha provisto porque no lo tomamos en el momento oportuno. Queremos que Dios se ajuste a nuestra agenda en lugar de nosotros adaptarla a Él.
Para mí, la vida es como una autopista con salidas. Y una de las realidades de una autopista es que si usted pasa de largo por una salida, no puede dar marcha atrás. Yo le aconsejaría tomar la provisión de Dios mientras esté disponible. Vea lo que Dios hace y busque alinearse con ello.